Diseño de Vida

Cocrear una cultura sustentable y regenerativa requiere transformaciones tanto colectivas como personales. 

El desarrollo de otra relación con nosotros mismos y con nuestro entorno cercano es la piedra angular para las transformaciones sistémicas y de paradigma que necesitamos para resolver la crisis sistémica en la que está la humanidad. Sin esta base no podremos construir una relación sana con el sistema mayor del que formamos parte: Gaia.

El diseño de vida, entonces, nos invita a una transformación y regeneración personal al servicio de la regeneración sistémica y planetaria.

Hoy, las características de nuestras vidas y hábitos cotidianos han sido determinados por la cultura dominante, basada en un paradigma reduccionista de la vida que ve partes en lugar de totalidades, y así redujo al ser humano al homo economicus actual, en donde todas las actividades y tendencias humanas que no son económicas fueron devaluadas, en donde se valida sólo nuestra parte productora-consumidora y todos los valores se redujeron a valores monetarios. La única ocupación humana importante, hoy, es ganar dinero. 

Y sabemos que estas formas de actividad, de consumo y de producción de la humanidad (a las que denominamos “desarrollo”) están generando desequilibrios sociales, económicos y ambientales, pero también, están importantes desequilibrios y malestares psíquicos y emocionales, por lo tanto, resulta lógico la necesidad de transformar estas conductas y actividades como base para el cambio sistémico. 

En biología la palabra regeneración expresa la capacidad de un organismo para reconstruir por sí mismo sus partes dañadas o perdidas. Es la capacidad de un sistema de reconstruirse para continuar los procesos que permiten la vida. La regeneración, entonces, es un proceso continuo, un equilibrio dinámico en vez de un lugar estático al que se puede llegar y permanecer. Como seres vivos que somos, siempre habrá necesidad de readaptarse, siempre habrá necesidad de aprender y de regenerarse en ciclos constantes de nacimiento y muerte que se dan a todos los niveles: celular, ecosistémicos, de relaciones humanas, de organizaciones.

El Desarrollo Regenerativo, el Diseño Regenerativo, la Cultura Regenerativa o las Economías Regenerativas apuntan a que la actividad humana entre en ese proceso continuo y dinámico, alineándose con los procesos vitales que hacen posible la regeneración y la continuación de la vida en el planeta desde hace millones de años. Pero para que podamos generar estas culturas regenerativas necesitamos aprender y experimentar esos procesos en nuestras vidas. 

Es aquí adonde aparece el Diseño de Vida como una de las dimensiones o bases del Diseño de Culturas Regenerativas. 

¿Y que es una vida regenerativa? En primer lugar, una vida regenerativa es un proceso y no un objetivo a alcanzar. Es una práctica que, honrando su propósito vital (sí, el ser humano no es un ser standarizado, reemplazable y sin propósito), aprende de las experiencias que se le presentan iniciando ciclos de readaptación, regeneración y evolución constante: en su quehacer diario, en sus relaciones familiares, laborales y de amistad, en su manejo emocional y psíquico, en sus relaciones con su entorno urbano y natural. De igual manera que lo ha hecho la vida desde que surgió en el planeta. Para dar un ejemplo, simple pero concreto una discusión con la pareja puede y debería iniciar este proceso, implica un aprendizaje con un otro, un dejar de ser de la vieja forma en ambos y un readaptarse a una nueva.

Y esta práctica diaria regenerativa, basada y alineada con los patrones que utiliza la vida misma, nos permite desarrollar el potencial de cada uno al mismo tiempo que nos permite formar parte armoniosamente a los sistemas más grandes que nos incluyen (el cultural, el natural, el cósmico), como fractales del Todo del cuál formamos parte.

¿Por qué hablamos de Diseño? Por que en realidad todo el tiempo estamos diseñando nuestros días, ya sea de manera consciente o inconsciente. Cuando armamos la rutina diaria (dormir, trabajar, hacer ejercicios, comer, dedicar tiempo al ocio), en realidad estamos diseñando nuestra vida, de manera maso o menos ordenada y siendo conscientes o no de ello.

El Diseño de Vida desde las corrientes regenerativas te invita a diseñar tu vida siendo consciente de la implicancia que tiene en tu equilibrio personal trabajar integralmente las dimensiones que la conforman (física, mental, emocional, social, ambiental y espiritual).

Y siendo consciente de que la mayoría de las personas actualmente replican hábitos y modelos de vida que son diseñados desde arriba hacia abajo, desde centros de poder que justamente no suelen tener una mirada regenerativa, que desde nuestra perspectiva es  la principal causa de los desequilibrios tanto a nivel personal cómo social  y ambiental.

El diseño de vida te invita  despertar tus capacidades creativas, para que desde un proceso de reinvención transformes tu visión del mundo y tus conductas para acompañar los procesos de la vida que permiten que vivamos en equilibrio. 

Basicamente te invita a una alineación entre nuestras vidas personales, las culturas que cocreamos y la naturaleza. 

Es el Diseño desde la conciencia de que somos sistemas vivos anidados a otros sistemas vivos, de que somos seres espirituales con un propósito vital, de que somos un fractal del todo y que para poder acompañar los procesos o patrones que regeneran la vida, necesitamos desarrollar esos mismos patrones en nosotros mismos y en nuestras culturas.

Necesitamos regenerar el espíritu para continuar cambiando y evolucionando y poder acompañar y regenerar a Gaia.

Diseño de Vida y Culturas Regenerativas

Así como necesitamos rediseñar nuestras vidas, también es necesario rediseñar nuestras estructuras colectivas. 

Las estructuras colectivas que hemos creado, que van desde empresas, a organizaciones del tercer sector y colectivos en general, replican una lógica determinada por la cultura dominante.